Cacereño: Romero, Palero, Borja, Tito, Jurado, Rocha, Estévez, Lolo, Valtierra (Toni, 66'), Rai (Chumi, 84') y Sergio (Gabri, 90').
Moralo: César Carrasco, Iván, Arellano, Andrada, Óscar Castillo, Fran Mancha, Toribio (Miguel Ángel, 84'), Oliver, Emilio Gil, Manu (Durán, 84') y Gallardo.
Árbitro: Pino Sánchez, de la delegación de Castuera. Estuvo regular. Expulsó por doble cartulina amarilla al visitante Emilio Gil (80'). Además mostró tarjeta de ese color al local Jurado y al visitante Óscar Castillo.
Gol: Toni (69').
Incidencias: Alrededor de 1.700 espectadores en las gradas del estadio Príncipe Felipe de Cáceres. Césped en perfectas condiciones. Tarde soleada pero fría. El Moralo jugó con su segunda equipación, por quinta vez esta campaña, por vestir igual que el Cacereño.
Comentario: La primera vez que esta temporada se quedó el Moralo sin marcar fuera de casa le costó perder con justicia. El posicionamiento táctico esta vez no le dio ningún fruto a Carlos Sánchez. El conjunto de Navalmoral fue dominado por el de Cáceres y perdió sin excusas, a pesar de su buen trabajo defensivo. El mejor jugador moralo fue César Carrasco, dato significativo del protagonismo que tuvo el guardameta en el encuentro. Los que en están ocasión vistieron de azul por coincidencia de colores aguantaron lo que pudieron ante un gran Cacereño que no paró de insistir hasta derrumbar el muro visitante. El triunfo local fue totalmente justo aunque llegara en el último tercio del partido.
Desde el primer minuto el Moralo cedió el balón al rival y se encomendó a su fuerza física. Y eso que el primer acercamiento con relativo peligro fue para los de Navalmoral, pero Manu remató mal en buena posición un saque de una falta lejana. El Cacereño, sabedor de lo que se jugaba, pronto se puso manos a la obra y abrumó al Moralo, aunque sobre todo en la segunda mitad. En la primera el juego estuvo demasiado trabado y apenas se crearon lances de suficiente peso como para mover el marcador. Eso sí, ambos equipos tuvieron tiempo de reclamar penalti. Primero fueron los verdes capitalinos, tras la caída del capitán Sergio ante la salida del guardameta César Carrasco; y después los moralos con un claro agarrón que llegó a reconocer el propio veterano portero Romero a Toribio.
El esquema de uno y otro conjunto poco varió en el segundo periodo, aunque esta vez el Cacereño subió el ritmo del balón y acabó desarmando el potencial moralo. Fruto de esa velocidad que fijaron los preparados por Ángel Alcázar llegaron las oportunidades claras sobre el portal de un inconmensurable César Carrasco (en la foto de arriba frente a Rai), que realizó grandes intervenciones. Así hasta que saltó al césped Toni, que con tres minutos sobre el campo cambió el sino del encuentro. Un centro lateral desde cerca del banquillo local lo cabeceó muy bien un jugador verde a la llegada de Toni y éste no perdonó a quemarropa. El júbilo llegó a la grada tras la mágica conexión que decidió el duelo.
Después del 1-0 también llegaron los mejores minutos del Moralo, aunque fueron igualmente inútiles de cara al marcador. Romero deshizo con autoridad el trabajo que le sobrevino y mantuvo en pie a su equipo sin excesivos apuros. Y es que además el Cacereño, con numerosos recursos para abordar el área morala, no se conformó con la exigua diferencia y buscó con ahínco la sentencia que no llegó hasta que el colegiado pitó el final del choque.
El Moralo, tras el esfuerzo realizado, fue consciente en todo momento de la capacidad del Cacereño y aunque rozó la gesta de sumar un punto reconoció que la victoria local fue muy merecida.